Entrevista a Ignacio Ramón Martín
Ignacio Ramón Martín es ex consumidor. Comienza a beber a los 13-14 años y se refugia en la botella a los 20 años, cuando contrae matrimonio con la que ahora es su mujer. Pero con el tiempo desarrolla un policonsumo: ”Poco a poco fui empezando a concienciarme de que tenía un problema grave con mi personalidad adictiva puesto que me hice adicto a los ansiolíticos, (Tomé durante muchos años), al alcohol, al tabaco, al cannabis, y por último a la cocaína. (Solo la tomé una vez) Y me puse en contacto con mi asociación,GRUTEAR, con 46 años“.
Ahora Martín ha publicado un libro, ‘Soy alcohólico. Historia de una enfermedad’.
Reseña: Alonso tiene todo perdido. Esposa e hijos le han dado la espalda por su comportamiento. Está a punto de fallecer por la ingesta masiva de alcohol y se ve obligado a luchar, al principio sin desearlo, para salir de su pozo. Su hija Susana le acogerá en su casa, escéptica y creyendo que su padre no tiene solución le dará una oportunidad que cree que no merece. Entra en una asociación de autoayuda y comienza todo su largo proceso donde nos muestra cuales son sus pensamientos, miedos, emociones y metas. El autor acerca al lector para observar una lucha cruenta contra sí mismo y contra sus demonios.
Pregunta. ¿Cómo surge tu idea de escribir un libro en que la mitad es realidad y la otra ficción?
Respuesta. La idea de escribir el libro surge por la necesidad intrínseca de comunicarme, de contar una historia. Escribí un relato corto titulado: Alonso y comprendí que podía desarrollar la historia y ciertamente escribir esa novela para mí, fue una terapia más.
Todos los personajes son ficticios. Creo que la novela si tiene alguna virtud, una de ellas es que ningún compañero mío de terapia puede darse por aludido. Ni yo mismo. Inventé todos los personajes que no tienen nada que ver conmigo ni con mi entorno.
P. ¿Qué parte del libro habla de tu propia experiencia?
R. Lógicamente toda la parte interior, la de pensamiento del protagonista, (Alonso), es mía. Como se plantea su proceso, sus contradicciones, sus avances o retrocesos en el propio proceso, son míos. Como sabe que todo lo que le está pasando y su recuperación se la plantea y lo hace por él. Sin contar con que los suyos le admitan de nuevo. Tiene claro que a la postre lo que no le endurece, le fortalecerá.
P. ¿Qué pretendes transmitir con el libro?
R.Básicamente es un grito de optimismo donde hay tormenta. Las familias hoy, en el siglo 21, muchas de ellas no saben qué hacer con sus enfermos adictos. Piensan que no hay solución. Les muestro la puerta de la esperanza y el cómo se sale victorioso o no de una adicción.
P. Háblanos un poco del protagonista.
R. Alonso es el típico bebedor cuarentón – cincuentón que va a los bares y que pasa de tener una vida normal a quedarse sin su familia y pasa de tener un trabajo bien remunerado a estar de baja por depresión y prácticamente encontrarse en la calle. Vive en un piso de alquiler donde le come la podredumbre. Su vida está en una fase final por el consumo tan agresivo que tiene. Dos veces tiene que ingresar en el hospital, una de ellas sufriendo un episodio de Delirium Tremens por ingesta masiva. Su hija tiene que hacerse cargo de él sin desearlo.
P. ¿Qué papel desempeña la hija del protagonista?
R. Susana, la hija, odia a su padre y es totalmente escéptica, sabe que su padre terminará fastidiándola de nuevo y así podrá justificarse para poder echarle de su casa. El caso es que cuenta con el apoyo incondicional de Fernando, (Su pareja) y le es más fácil para ella poder recoger al padre.
El papel que desempeña Adriana, la ex –esposa de Alonso es crucial para que su hija Susana pueda hacerse cargo de su padre. La madre anima a su hija a continuar y a no hacerle caso a sus hermanos, quienes la critican por tener en su casa a esa persona.
P.¿Cuándo reconoce que es un enfermo?
R. Él sabe que es enfermo, cuando en el relato corto, se mira al espejo y ve la caricatura de sí mismo. Se odia por ello y se deja llevar por el consumo.
P.¿Se puede salir de la enfermedad para siempre?
R. Alonso deja muy claro en el libro que conseguir la abstinencia no es suficiente y que cuando deja de asistir a terapia, justo cuando termina su proceso asistencial terapéutico, es cuando comienza de verdad todo. Tiene que estar muy pendiente pues se sabe alcohólico y jamás le echará un pulso a la botella pues perdería.
P. Una recomendación para los que ahora se encuentran en una situación como la que relatas en el libro ‘Soy alcohólico’.
R. El alcoholismo es una enfermedad y como enfermedad hay que tratar al enfermo alcohólico. Un enfermo de diabetes o de cáncer, recibe cariño, comprensión y ánimo de los suyos y así hay que tratar el alcoholismo. Lógicamente hay que tener determinación y coraje puesto que los procesos terapéuticos no son fáciles de vivir.
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