El 90% de los pacientes con esquizofrenia son adictos a la nicotina
El 90 por ciento de los pacientes con esquizofrenia son adictos a la nicotina, seguido del alcohol, según han puesto de manifiesto diversos expertos durante el III Congreso Nacional de Patología Dual
y Comportamientos Adictivos, organizado por la Associaao Portuguesa de Patología Dual (APPD) en Coimbra (Portugal).
"Las drogas en general podrían ser utilizadas por los pacientes con esquizofrenia para controlar o minimizar la sintomatología alucinatoria y la ansiedad, para manejar los estados emocionales negativos o para contrarrestar la sintomatología negativa y sentirse integrados en su grupo de referencia", ha explicado el vicesecretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Carlos Roncero.
No obstante, este experto ha comentado que algunas sustancias psicoestimulantes, como la cocaína, las anfetaminas o las metanfetaminas, según la cantidad, el tiempo y la vía de consumo, pueden "mimetizar" la sintomatología de la esquizofrenia en algunos pacientes.
Concretamente, los pacientes duales con esquizofrenia se consideran especialmente graves, tanto desde la perspectiva psicopatológica como social. Se sabe que presentan características clínicas específicas, en relación con los no duales: la mayoría de los estudios coinciden en que presentan más síntomas positivos, más rehospitalizaciones y mayores tasas de suicidio.
De hecho, el tratamiento del paciente dual con esquizofrenia es más complicado que la suma de los pacientes con esquizofrenia y adicciones por separado. Por ello, los expertos de la Sociedad Española de Patología Dual proponen seis principios básicos para organizar un programa de intervención en pacientes con esquizofrenia dual, basado en un modelo de tratamiento integrado.
Así, han asegurado que los programas de tratamiento integrado deben ser accesibles; el tratamiento debe ser "individualizado", fomentando la adhesión y la atención a las necesidades específicas; y los programas de tratamiento integrado han de basarse en objetivos "realistas" a largo plazo, minimizando los riesgos del consumo y trabajando la motivación para la abstinencia a través de talleres de psicoeducación.
Además, han destacado la necesidad de que los programas de tratamiento sean "intensivos", porque así "es más fácil" conseguir adhesión y permite actuar "más eficazmente" en la prevención de recaídas y abandonos del tratamiento. También tienen que asegurar la continuidad de los cuidados y del tratamiento de los pacientes.
"Los programas de tratamiento integrado han de ser ejecutados por un equipo multidisciplinar entrenado en salud mental y en drogodependencias capaz de atender las necesidades sociosanitarias de los pacientes. Se deben integrar en recursos asistenciales que estén dotados adecuadamente, capaces de realizar controles toxicológicos, de sangre, intervenciones breves y apoyo en crisis", han zanjado.