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domingo, 24 de febrero de 2013

Los Trastornados suelen Convertirse en Adictos


El 90% de los pacientes con esquizofrenia son adictos a la nicotina

El 90 por ciento de los pacientes con esquizofrenia son adictos a la nicotina, seguido del alcohol, según han puesto de manifiesto diversos expertos durante el III Congreso Nacional de Patología Dual
y Comportamientos Adictivos, organizado por la Associaao Portuguesa de Patología Dual (APPD) en Coimbra (Portugal).
"Las drogas en general podrían ser utilizadas por los pacientes con esquizofrenia para controlar o minimizar la sintomatología alucinatoria y la ansiedad, para manejar los estados emocionales negativos o para contrarrestar la sintomatología negativa y sentirse integrados en su grupo de referencia", ha explicado el vicesecretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Carlos Roncero.
No obstante, este experto ha comentado que algunas sustancias psicoestimulantes, como la cocaína, las anfetaminas o las metanfetaminas, según la cantidad, el tiempo y la vía de consumo, pueden "mimetizar" la sintomatología de la esquizofrenia en algunos pacientes.
Concretamente, los pacientes duales con esquizofrenia se consideran especialmente graves, tanto desde la perspectiva psicopatológica como social. Se sabe que presentan características clínicas específicas, en relación con los no duales: la mayoría de los estudios coinciden en que presentan más síntomas positivos, más rehospitalizaciones y mayores tasas de suicidio.
De hecho, el tratamiento del paciente dual con esquizofrenia es más complicado que la suma de los pacientes con esquizofrenia y adicciones por separado. Por ello, los expertos de la Sociedad Española de Patología Dual proponen seis principios básicos para organizar un programa de intervención en pacientes con esquizofrenia dual, basado en un modelo de tratamiento integrado.
Así, han asegurado que los programas de tratamiento integrado deben ser accesibles; el tratamiento debe ser "individualizado", fomentando la adhesión y la atención a las necesidades específicas; y los programas de tratamiento integrado han de basarse en objetivos "realistas" a largo plazo, minimizando los riesgos del consumo y trabajando la motivación para la abstinencia a través de talleres de psicoeducación.
Además, han destacado la necesidad de que los programas de tratamiento sean "intensivos", porque así "es más fácil" conseguir adhesión y permite actuar "más eficazmente" en la prevención de recaídas y abandonos del tratamiento. También tienen que asegurar la continuidad de los cuidados y del tratamiento de los pacientes.
"Los programas de tratamiento integrado han de ser ejecutados por un equipo multidisciplinar entrenado en salud mental y en drogodependencias capaz de atender las necesidades sociosanitarias de los pacientes. Se deben integrar en recursos asistenciales que estén dotados adecuadamente, capaces de realizar controles toxicológicos, de sangre, intervenciones breves y apoyo en crisis", han zanjado.

El Trastorno de Ansiedad afecta a un 20 % de la Población



De Wikipedia, la enciclopedia libre
Trastorno de ansiedad
Clasificación y recursos externos

El grito (Noruego: Skrik ) un expresionistapintura por Noruega artista Edvard Munch
ICD - 1040 - 42
CIE - 9300
DiseasesDB787
eMedicinemed/152
MeSHD001008
El trastorno de ansiedad es un término general que abarca varias formas diferentes de un tipo de trastorno psiquiátrico común caracterizada por excesiva reflexión , preocupación , inquietud, aprensión y temor sobre las incertidumbres futuras ya sea basado en hechos reales o imaginarios, que pueden afectar la salud física y psicológica. Existen numerosos síndromes psiquiátricos y médicos que pueden imitar los síntomas de un trastorno de ansiedad, como el hipertiroidismo , que es frecuentemente mal diagnosticada como trastorno de ansiedad generalizada .
Trastornos de ansiedad verdaderos parecen tener una variedad de psicosociales causas, y puede implicar una predisposición genética . Las personas diagnosticadas con un trastorno de ansiedad pueden clasificarse en una de dos categorías: en función de si experimentan síntomas continuos o episódicos.
Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocer una amplia variedad de trastornos de ansiedad. Estudios recientes han encontrado que hasta un 18% de los estadounidenses y el 14% de los europeos pueden verse afectados por una o más de ellas. [ 1 ]

La Ansiedad afecta al 25% de la Población


Trastorno de ansiedad

Trastorno de ansiedad
Humanos tontos o incertidumbre?.jpeg
Clasificación y recursos externos
CIE-10F40-F42
CIE-9300
eMedicinemed/152
MeSHD001008
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico 
Trastorno de ansiedad es un término general que abarca varias formas diferentes de un tipo de enfermedad mental, caracterizada por miedo y ansiedad anormal y patológica. Las condiciones ahora consideradas trastornos de ansiedad llegaron bajo la égida de la psiquiatría hacia el final del siglo XIX. Gelder, Mayou y Geddes (2005) explican que los trastornos de ansiedad se clasifican en dos grupos: síntomas continuos y síntomas episódicos. Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocen una gran variedad de trastornos de ansiedad. Estudios recientes han encontrado que hasta un 18% de los estadounidenses pueden verse afectados por uno o más de ellos. En España, los trastornos de ansiedad afectarían a un 20% de la población adulta.1
El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experimentar: aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad disociativa. Los trastornos de ansiedad en el DSM-IV se dividen principalmente en:
  1. Trastorno de ansiedad generalizada.
  2. Trastorno de pánico (con o sin agorafobia).
  3. Trastorno obsesivo-compulsivo.
  4. trastorno por estrés postraumático.
  5. Trastorno por estrés agudo.
  6. Fobia social.
  7. Trastorno fóbico
  8. Otros trastornos de ansiedad no especificados o producidos por el consumo de sustancias.

Hay Muchos Casos de Ansiedad y depresión


Ansiedad: el 10% de los casos desemboca en un trastorno mental

  • Todos sufrimos algún episodio de estrés. Los expertos afirman que si dura más de un mes e impide llevar una vida normal, se transforma en una enfermedad. Algunos afectados lo canalizan a través del descontrol de impulsos como bulimia, compras compulsivas o abuso de alcohol.
     
Ansiedad: el 10% de los casos desemboca en un trastorno mental
Ansiedad: el 10% de los casos desemboca en un trastorno mental
La respiración se vuelve más intensa por minutos, el corazón late más deprisa, la boca se seca, el pulso tiembla, las manos sudan... Nuestro cuerpo reacciona frente a situaciones de estrés, se pone alerta ante la posibilidad de obtener un resultado negativo, ante estímulos amenazantes, escenas que nos atemorizan... Unas dosis de ansiedad que experimenta al menos «un 20 por ciento de la población alguna vez en su vida», señala Enrique Baca, jefe del Servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Un periodo de estrés provocado por un cambio de trabajo, un nacimiento, una boda, los altibajos hormonales, son algunos ejemplos.

Una sensación, según los expertos, «inevitable». «No podemos aspirar a un mundo sin ansiedad, al igual que no podemos aspirar a un mundo sin dolor», matiza Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Y es un estado que va en aumento, entre otros motivos por «la inseguridad económica y la inseguridad general desde el punto de vista físico, es decir, vivimos en un mundo menos seguro (atentados, crímenes...). A eso hay que añadir la cultura de la prisa. Todo es inmediato, se aceleran los tiempos. Las cosas se pueden conseguir muy rápido y esto genera una mayor fuente de frustración», apunta el jefe de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón. El experto también destaca la «hiperestimulación» en la que nos hayamos inmersos con los medios audiovisuales y que hace que el cerebro genere más información en nuestra cabeza, lo que implica mayor estrés.

El verdadero problema, no obstante, surge cuando ese estado «natural», esta reacción de nuestro organismo se prolonga en el tiempo (más de un mes), aumenta su intensidad y nos bloquea de tal forma que nos impide llevar una vida normal. Entonces, «pasa de ser una respuesta al estrés a una enfermedad ansiosa que requiere tratamiento, aclara Ferre.

«Cuando hay situaciones en las que la sensación de miedo viene sin identificador claro y sin esperarla, se denomina trastorno por ansiedad. Entre un 10 y un 15 por ciento ya se correspondería a este trastorno», especifica el psiquiatra Enrique Baca. Y estos trastornos por ansiedad, junto con la depresión, se espera que en el 2020 sean la causa de enfermedad número uno en el mundo desarrollado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, «es una clasificación compleja, porque se mezcla con trastornos que comparten la ansiedad como síntoma», añade Baca. Se produce cuando en un proceso de estrés, un malestar psicológico, se pierde el control, comienzan a darse situaciones de evitación (dejar de hacer cosas para no afrontar lo que nos asusta), se produce un aislamiento del individuo y una baja autoestima. También se produce una canalización a través del descontrol de impulsos, como la bulimia, las compras compulsivas, el abuso de alcohol...», explica Ferre.

«Las cifras son preocupantes. En Europa se estima que el 54 por ciento de los trastornos mentales están relacionados con la ansiedad», aclara.

Y las mujeres parece que la sufren más. De hecho, según argumentaron los especialistas en el último Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Comórbidos, tienen dos veces más riesgo que el hombre de padecer trastornos por ansiedad. No obstante, Baca señala que «en realidad existe un sesgo, y es que las mujeres acuden a consulta más que los hombres, por lo que no sólo significa que tengan más, sino que también consultan más». Entre los trastornos, las fobias y los trastornos obsesivo-compulsivos y «los que se dan bastante son la ansiedad generalizada y las crisis de pánico», dice Baca. «Algunos acaban en Urgencias porque creen que el corazón les falla», apunta Ferre. «Tienen una sensación de muerte inminente y en casos extremos sufren despersonalización, es decir, sensación de dejar de existir, como si estuvieran viendo una película. A ello se suma la desrealización, ven el mundo como si todo fuera un decorado», dice Baca.
Genes
Además de ser una respuesta de nuestro organismo, hay quienes barajan una causa genética. En un estudio publicado en «Journal of Clinical Investigation», investigadores de la Universidad de Chicago (EE UU) analizaron el papel del gen de la glioxilasa (llamado Glo1). Según el principal autor del trabajo, Abraham Palmer, los roedores manipulados en laboratorio con múltiples copias del gen Glo1 mostraron niveles más elevados de ansiedad. «La investigación ha demostrado que Glo1 es la causa del comportamiento ansioso y no sólo una correlación», explica. Por su parte, Margaret Distler, de la misma universidad, señala que «el GLo1 puede convertirse en una diana útil, incluso para trastornos como la esquizofrenia y trastornos afectivos». Por su parte, Francisco Ferre se muestra mucho más cauto. «No hay que crear expectativas. Aún está por ver».
Tratamientos

Hasta entonces, y en función del tipo de trastorno, se aborda con «una terapia mixta que combina fármacos con psicoterapia», dice Enrique Baca. «Para toda la gama de fobias es fundamental el tratamiento psicoterapéutico cognitivo-conductual. Para las crisis de pánico y la ansiedad generalizada, son efectivos los medicamentos que actúan controlando de forma más rápida los síntomas.

martes, 19 de febrero de 2013

Los DIFÍCILES y TOXICOS


Ocho colegas tóxicos con los que no querrás trabajar

19.02.2013Ángela Méndez. Siga al autor en0
Las nueve de la mañana. Hora de incorporarte a tu puesto de trabajo y momento también de comenzar a bregar con los compañeros de faena; ésos que a menudo frenan tu ritmo y minan tu moral.
[foto de la noticia]
Quién no ha deseado trabajar en solitario? Como desgraciadamente la realidad es otra, la solución es reconocer a la fauna más perjudicial y aprender a neutralizar sus efectos. David Comí, socio director de Incrementis, y Jonathan Littman y Marc Hershon, autores de Cómo rebelarse en la empresa, describen algunos de los más molestos:
El criticón
Le encanta comentar los defectos de los demás y sacarlos a relucir. Necesita desprestigiar para camuflar su falta de seguridad. El único objetivo es ofender. Personaliza la crítica: "Lo has hecho mal", pero no entra en las causas.
Para minimizar su efecto no te pongas a la defensiva, ni entres en su juego. Acéptale sólo la crítica justificada, pero nunca la parte exagerada o fuera de contexto. Sé asertivo y lánzale preguntas del tipo "¿A qué te refieres en concreto cuándo…?", "¿cuál es la finalidad de tu comentario…?"
El impulsivo
Es incapaz de manifestar lo que siente si no vocifera o golpea la mesa. Demuestra inmadurez y pérdida de control. Es como un niño que cree que con pataletas se consiguen las cosas.
Ante un compañero así, no te tomes sus rabietas como un ataque personal. Espera que se le pase y se calme antes de hablar con él. Sobre todo usa gestos y un tono de voz que demuestre tranquilidad, comprensión y empatía.
El negativo
Sólo ve problemas a su alrededor. Encuentra amenazas en todas las propuestas y soluciones y todo le parece "imposible". Utiliza frases como "creo que saldrá mal…" o "ya te lo avisé…". En su afán quejica incluso exagera la realidad.
Para controlarle déjale hablar y escucha sus objeciones para que se desfogue. Después trata de que te demuestre lo que dice con pruebas empíricas.
El manipulador
Este personaje es altamente peligroso. Utiliza medias verdades para su propio beneficio. Para él las personas son sólo un medio para conseguir sus objetivos. Si es necesario crea malentendidos y no tiene ningún respeto por la verdad.
Para neutralizar a un manipulador lo más recomendable es comprobar discretamente la veracidad de lo que dice. Responder siempre a sus engaños y dejarle en evidencia con sus mentiras. Es fundamental transmitir firmeza y asertividad.
El dictador
Le gusta intimidar y mostrarse arrogante. Necesita dominar todo lo que le rodea. Es intolerante con la actitud de los demás y no soporta a los que no piensan como él.
Para convivir con él hay que ir al grano y estar cargado de hechos. Debes tratarle con respecto, pero de igual a igual. Nunca te sometas ni muestres conductas de sumisión, porque pensará que eres débil. Es clave saber usar con él un tono de voz directo, claro y conciso.
El mentirosillo
Inseguro, desorientado e incapaz de ser sincero por falta de confianza. El mentirosillo ante todo quiere caer bien. El motivo principal de que actúe de esta forma es porque quiere escaquearse de algún problema o no asumir su parte de responsabilidad.
No te dejes embaucar por su falsa amistad. Sé directo y pídele su opinión, verás cómo se viene a menos.
El ‘hoja de cálculo’
El maniático de manual que incordia a todo el mundo con su exagerado sentido de las reglas, a la vez que chupa hasta la última gota de energía y diversión a cualquier iniciativa.
Trata de reconvertirle ayudándole a exponer ideas descabelladas y a disfrutar de la improvisación.
El ‘oveja’
Bienvenidos a la amplia mayoría. El oveja es el más exasperante e irreductible. Es el defensor de las ideas comunes. No es que sea incapaz de pensar por sí mismo, sencillamente es que no lo hace porque no quiere. Le resulta más cómodo seguir el sendero marcado por la mayoría.
Su manejo es difícil. Tendrás más oportunidades si tratas con él de forma individual. Además, si ganas a una oveja para tu causa, puede que te dé una alegría y atraiga a muchas más.