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jueves, 26 de octubre de 2017

Emociones Toxicas

15 Emociones tóxicas que te impiden ser feliz y que debes dejar atrás

Para poder controlar nuestras emociones debemos identificar aquellas que nos hacen mal y transformarlas en emociones positivas que nos permitan ser felices.
Por eso, Genial.guru comparte contigo 15 emociones tóxicas que te impiden ser feliz, y consejos para afrontarlas y superarlas.

1. La ansiedad tóxica.

La ansiedad tóxica aparece cuando sientes una amenaza. Cuando ésta se apodera de tu cuerpo y de tu mente te desanimas con facilidad e incluso puedes llegar a deprimirte. Algunos síntomas son el miedo, la inseguridad, la falta de concentración y el insomnio.

2. La angustia tóxica.

Esta emoción te hace vivir en un estado continuo de malestar, tristeza, y lamento.Hace que cambies por completo tu manera de escuchar y de hablar, así como la toma de decisiones. Te paraliza y paraliza tu futuro y el de las personas que tienes a tu lado.

3. La insatisfacción crónica.

La insatisfacción se hace tóxica cuando se instala definitivamente en tu vida.La insatisfacción ocasional te lleva a mejorar día a día, pero la insatisfacción crónica busca continuamente la perfección de todo lo que te rodea.

4. El apego tóxico.

Esta emoción te convierte en una persona emocionalmente manipulada y que hace que te consideres incapaz de alcanzar lo que te propongas por ti mismo. Eres codependiente si eres una persona insegura y que duda de sus propias capacidades.

5. El enojo tóxico.

El enojo, en determinados contextos y bien gestionado, puede ayudarte a superar situaciones difíciles. El problema surge cuando el enojo se transforma en violencia, convirtiéndose en un enojo tóxico.

6. La envidia tóxica.

La envidia tóxica no sólo te hace sufrir a ti sino también a quienes te rodean. Esta emoción te impide celebrar el éxito de los demás y te lleva por un camino de amargura porque eres incapaz de tolerar que al otro le vaya bien.

7. El miedo tóxico.

El miedo que no se supera puede durar toda la vida. Sólo descubriendo el origen de tus miedos serás capaz de enfrentarte a ellos y superarlos.

8. La vergüenza tóxica.

Es la obsesión por temer hacer el ridículo, que en muchas ocasiones se centra en el miedo a ser abandonados. La vergüenza tóxica te paraliza y te impide cumplir tus metas y sueños. Es importante saber que quien te avergüenza lo hará por propia inseguridad.

9. La depresión tóxica.

Esta es una de las emociones más peligrosas por las que puedes llegar a pasar. La depresión tóxica es una alteración de tu estado anímico que afecta todas las áreas de tu vida. Puedes llegar a no saber por qué y para qué vives.

10. La frustración tóxica.

Esta emoción te convierte en una persona resentida. Ten en cuenta que no puedes vivir esperando agradarles a los demás. Conviértete en una persona que priorice por encima de todo su dignidad, y que tenga las riendas de su propia vida.

11. El duelo tóxico.

Esta emoción aparece cuando no se logra superar una pérdida debidamente y se produce un estancamiento emocional que no te permite recuperar el control de tu vida.
Por otro lado, no debes tratar de que los demás entiendan cómo vives el dolor. El dolor debe ser escuchado, pero es muy difícil que pueda ser entendido. Tener dolor es necesario y no debe reprimirse.

12. El llanto tóxico.

Llorar es tan bueno como necesario. Pero como toda emoción puede volverse tóxica cuando se vuelve una respuesta automática ante la más mínima frustración. Hay que entender que el llanto nunca es la solución.

13. La culpa tóxica.

Es imprescindible distinguir entre la culpa real (cuando se transgrede una ley teniendo conciencia de ello) y la culpa tóxica (los sentimientos de culpa que provienen de causas emocionales).

14. El rechazo tóxico.

El rechazo produce un profundo dolor y te hace más susceptible provocando una dificultad para afirmarte como persona y convirtiéndose en una emoción tóxica.

15. Los celos tóxicos.

Los celos son consecuencia del miedo a perder a alguien. En esta emoción tóxica intervienen la amenaza, el control, la prohibición y la pérdida. La persona celosa siempre tiene miedo a perder.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Narcisista Trastorno de la Personalidad

Yo, yo, yo... y yo. Cualquier momento y cualquier pretexto son más que suficientes para posar delante de la cámara del teléfono móvil, hacerse un 'selfie' y compartirlo en las redes sociales. No sorprende toparse a cada paso con adolescentes que se autorretratan en cada esquina a cada segundo. Tampoco se somete a juicio que la intimidad de todos ellos pueda ser un escaparate público compartido. La interiorización social de este comportamiento generalizado, basado en el culto a la autoimagen, está alimentando en silencio el narcisismo de las nuevas generaciones. Llega la 'Generación del yo'. Así lo demuestran las últimas investigaciones que constatan un aumento, bastante preocupante, del narcisismo entre el sector más joven de la población.
Para Christopher Barry, profesor de psicología en la Universidad del Sur Mississippi y editor principal de 'El narcisismo y el maquiavelismo de la juventud' (publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría), es como hablar de la antesala de "un país donde todo el mundo actúa como en un 'reality show' de concursantes obsesionados con el poder, el estatus y la apariencia, donde es cómodo manipular a otros para su beneficio personal. 'Estoy aquí para ganar, no para hacer amigos', sería el lema nacional".
Esta sociedad tendría altos índices de criminalidad... La cirugía estética sería una rutina, el materialismo rampante y todo el mundo buscaría la fama o la notoriedad. También sería un lugar con altas tasas de ansiedad y depresión. "Eso es porque los narcisistas -personas con un sentido inflado de su importancia y habilidades- tienen problemas para mantener amigos, a pesar de que son buenos para hacerlos", determina el profesor Barry.
En 'Los egos se inflan con el tiempo', elaborado en Estados Unidos a partir del análisis de 85 estudios realizados entre 1982 y 2006 con 16.500 alumnos universitarios, se revela que casi dos tercios de los jóvenes actuales son más narcisistas que los de generaciones anteriores.
Durante los últimos tres decenios o un poco más, los investigadores han estado evaluando el narcisismo y la empatía a través de cuestionarios desarrollados a finales de 1970. El diseñado para evaluar este aspecto es el Inventario de Personalidad Narcisista (NPI). El creado para evaluar la empatía es el Índice de Reactividad Interpersonal. Muchas investigaciones han demostrado que las puntuaciones en estos cuestionarios se correlacionan de forma fiable con el comportamiento del mundo real. Por ejemplo, aquellos que tengan una calificación alta en el narcisismo sobrevaloran sus propias capacidades, son agresivos ante la menor crítica y tienen más riesgo de cometer delitos de 'guante blanco' que la población que puntúa más bajo en esta escala.
Por el contrario, los que obtienen calificaciones más bajas en empatía tienen más probabilidades de participar en actos de intimidación y menos de ayudar los demás. Ambos cuestionarios han constatado cambios muy significativos, estadísticamente hablando. Datos como que el 70% de los estudiantes actuales obtiene la puntuación más alta en narcisismo y la más baja en empatía que la que conseguían estos jóvenes hace 30 años.
A estas evidencias se suma un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU). Elliot Panek y su equipo han puesto en el punto de mira las redes sociales. Al parecer, y tal y como documentan en la versión online de 'Computer in Human Behavior', "los alumnos que puntúan más alto en narcisismo son los que más a menudo usan Twitter». Pero entre los adultos de mediana edad, «los más narcisistas son los que publican frecuentemente en Facebook".
El estudio se llevó a cabo con 486 estudiantes universitarios. Las tres cuartas partes eran mujeres y la edad media, 19 años. Los participantes respondieron sobre su uso de las redes, además de realizarles una evaluación de la personalidad para medir diferentes aspectos del narcisismo, incluyendo exhibicionismo, superioridad, autoridad y autosuficiencia. En la segunda parte, escogieron a 93 adultos, en su mayoría mujeres, para completar el cuestionario.
Los investigadores examinaron además si el narcisismo se relaciona con la cantidad de publicaciones diarias en Facebook y en Twitter, así como el tiempo dedicado a navegar por estas redes sociales, incluyendo la lectura de los mensajes y los comentarios de los demás.
Según el doctor Panek, el estudio muestra que "los estudiantes universitarios narcisistas y sus homólogos adultos utilizan los medios sociales de diferentes maneras para aumentar su ego y la percepción de control". Los investigadores no pudieron determinar si el narcisismo conduce a un mayor uso de redes, si el uso de las mismas promueve este rasgo de la personalidad o si otros factores explican esta relación. "Pero este trabajo es uno de los primeros en comparar la relación entre el narcisismo y los diferentes tipos de redes en distintos grupos de edad", insisten en sus conclusiones.
Como explica José Luis Carrasco, jefe de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Hospital San Carlos de Madrid, éste es un fenómeno relacionado "con la imagen especular, la que te devuelve la mirada de los otros. En la medida en que la cultura ha derivado en la idolatría de lo aparente y de lo inmediato, el culto a la propia imagen ha adquirido preeminencia en la organización psíquica de los individuos".
Y las redes sociales, insiste el experto, permiten ofrecer "una imagen inauténtica, interpretar un personaje elaborado con elementos parciales de la persona y con elementos fantaseados. En realidad, facilitan construir un sí mismo idealizado y presentarlo de cara a los demás. Por ello, se convierten en un vehículo propicio para jóvenes con problemas de inmadurez y de inconsistencia de la autoimagen".

En las redes sociales

Para Miriam González Pablo, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP), "los últimos estudios indican que existe un aumento del narcisismo". Un problema íntimamente relacionado con la falta de autoestima: "Es un camino diferente de mostrar esa carencia, una manera de enmascarar miedos y falta de capacidades para desarrollar determinadas competencias, mostrando un comportamiento de superioridad. Reclaman que se les reconozca esas capacidades que ellos mismos han ensalzado. Cuando esto no se produce, manifiestan su baja o nula tolerancia a la frustración, enfadándose o haciendo cualquier cosa para recuperar ese equilibrio que necesitan para sentirse bien", agrega.
Podría parecer que las redes sociales alimentan este comportamiento pero, si hacemos un análisis más calmado, se puede decir que "han posibilitado una manera diferente de comunicación y han incrementado exponencialmente las personas con las que podemos contactar. Esto hace que los narcisistas, quienes necesitan del reconocimiento social, sean más visibles ya que, a través de las redes sociales, pueden ver reforzada su autoimagen. Todos sabemos que muestran su mejor cara y sus éxitos. Sin embargo, sus conductas reiteradas les llevan a tener graves problemas en los grupos con los que se relacionan: familia, amigos, trabajo... Incluso, pueden empujarles a caer en el abuso y la adicción", apostilla la psicóloga.
El doctor Carrasco comparte su opinión: "Todo radica en un problema de autoestima y su versión enfermiza conlleva dos fenómenos: una autoimagen inestable; y una compensación mediante una autoimagen grandiosa. Así, este problema es el reflejo de un enorme complejo de inferioridad y de falta de validez. Es una huida angustiada de esta percepción".
El narcisista inhibe la empatía, su necesidad desesperada de autoafirmación y reconocimiento sustraen toda su capacidad afectiva por los objetos externos hacia sí mismo como objeto. "El resto no le interesa afectivamente. No tiene consideración por sus necesidades afectivas. Algunos narcisistas son además fríos (los más peligrosos); otros son sensitivos recubiertos por una costra defensiva", apostilla.

Los cimientos

Establecer lo que se esconde detrás de este aumento del narcisismo es una tarea ardua. Tal vez, los estudiantes son ahora más honestos en admitir tendencias egoístas de lo que eran hace 30 años. Sin embargo, los expertos rechazan esta hipótesis. Otra teoría apunta a la tendencia a inculcar la autoestima, gestada en la década de los 80, cuando se aconsejó a padres y educadores que adquirieran un papel más activo en la construcción de la autoestima a través de frases como "qué guapo eres; mi hija es la más lista, eres especial...".
Para el doctor Carrasco, "esta teoría tiene parte de lógica. El deseo de los padres ha derivado hacia la obtención de logros aparentes por parte de los hijos, en la misma medida en que se ha alejado de la predilección de tener un hijo trabajador y bueno. Los padres tienden a presentar los éxitos de sus hijos. Para triunfar hay que ser astuto, listo, duro, pegar primero. Los buenos pueden ser unos pringaos".
El narcisista está solo, no conecta afectivamente con los otros. "Y la vanidad es su posición ante el mundo, su estrategia para hacer de la imagen el termómetro de la validez personal. Aunque esa imagen sea falsa", declara el psiquiatra del Hospital Clínico.
Ponerle freno es posible con "la implantación de tareas comunitarias obligatorias para los jóvenes y la educación de padres y profesores en la detección de las actitudes narcisistas y en la no potenciación de las mismas. Al fin y al cabo, como diría Freud, el narcisista busca, sin saberlo, satisfacer el deseo narcisista de sus padres", afirma el doctor Carrasco.

Separatismo Nascisista

La peor de las pestes: el nacionalismo (Stefan ZweigEl mundo de ayer, 1942).
La personalidad narcisista se caracteriza, entre otros rasgos, por su inmunidad a cualquier autocrítica, por un sentido grandioso de la propia importancia, que le hace creerse superior a todos los demás, así como por una percepción exagerada de sus propios derechos, negándose a admitir haber participado en la creación de los problemas, que siempre se atribuyen a circunstancias exteriores. "El narcisista, deslumbrado por sus propias fantasías de grandeza y omnipotencia, pierde el contacto con la realidad social" (Hans-Jürgen Wirth).
Las mismas características del narcisismo individual se reproducen en el colectivo, que es el que se encuentra en el origen de todo nacionalismo. Freud hablaba, al ocuparse de la psicología de las masas, del "narcisismo de las pequeñas diferencias" (el fet diferencial), que es el que explica la razón por la cual un grupo de personas se siente superior a todos los restantes.
En el nacionalismo catalán, que al final ha desembocado en un independentismo, concurren, naturalmente, todas estas características comunes a los demás nacionalismos.
No me voy a ocupar aquí de ese sentimiento de superioridad del independentismo catalán respecto del resto de España, remitiéndome, para dar sólo algún ejemplo de ese sentimiento, al artículo de Albert Boadella publicado en este mismo periódico el 22 de septiembre del presente año: "En los primeros años de mi niñez me enseñaron de forma más o menos subrepticia que, entre la gente, estaban los nuestros y los de fuera. Los de fuera eran el castellans, una gente que, además de hablar una lengua enfática e imperiosa, había que mantener a distancia. Nada bueno podía emanar de tales sujetos ni de sus lugares de origen... Un tufo de miseria, suciedad e incultura emanaba entonces de los de fuera. Nada comparable a nuestra tribu del seny". Y, por lo que se refiere a la megalomanía nacionalista, baste con señalar que: en diversas ocasiones, los políticos independentistas se han comparado con MandelaGandhi o Martin Luther King -es decir: con personalidades que, por su heroísmo e integridad míticos, se han convertido en un ejemplo para la Humanidad-; que, desde el Institut de Nova Història, se ha afirmado que Da VinciColón y Cervantes -es decir y respectivamente: el para muchos mayor genio que ha producido la Humanidad, el más importante descubridor de todos los tiempos, y el mejor escritor español o, tal vez, de la historia universal- en realidad, eran catalanes; y que Artur Mas ha mantenido que, con la independencia de Cataluña, ésta se convertiría en "la Dinamarca del Mediterráneo", lo que conllevaría empleo de calidad, bajo paro, salarios altos y un Estado de bienestar robusto y sostenible, afirmación que no deja de tener su gracia cuando es pronunciada por un político de la antigua Convergència, ya que Dinamarca está considerado el país menos corrupto del mundo, sin que Mas se esfuerce en explicarnos cómo con los mismos miembros que integraron ese partido -y que, precisamente por su corrupción sistémica, ha tenido que cambiar de nombre- se puede conseguir una transformación tan asombrosa.
Como no podía ser de otra manera, porque la omnipotencia del independentismo catalán forma parte también de todo nacionalismo, voy a detenerme a continuación con algunas manifestaciones de esa omnipotencia.
El pretendido referéndum de autodeterminación celebrado el 1-O se concibe por los independentistas como un ejercicio del «derecho a decidir». Pero, para que exista un derecho subjetivo (individual o colectivo), es preciso que alguna norma de Derecho objetivo lo reconozca. Que la Constitución Española (CE) no sólo no lo reconoce, sino que lo proscribe expresamente -aunque todavía existe algún independentista que quiere poner en cuestión lo evidente- se deduce de la simple lectura del art. 2 CE, que "fundamenta [la Constitución] en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común indivisible de todos los españoles". Se acude entonces por los independentistas, como Derecho objetivo que ampararía dicho presunto derecho a decidir, al internacional, y, en concreto, a las Resoluciones 1514 y 2625 de la ONU; pero tales Resoluciones sólo consagran el derecho de autodeterminación, primordialmente, en casos de dominación colonial y extranjera (para más detalles cfr. los artículos de la catedrática de Derecho internacional Araceli Mangas y de quien firma esta Tribuna publicados, respectivamente, los días 10-10-2007 y 6-10-2014 en este periódico), y no sólo no lo reconocen, sino que rechazan expresamente un derecho de autodeterminación en circunstancias como las que concurren en Cataluña, ya que en el párrafo sexto de la Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU se establece lo siguiente: "Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de las Naciones Unidas".
Los independentistas catalanes, a pesar de que Artur Mas y Francesc Homs ya han sido condenados en firme por el TS por sus comportamientos realizados con ocasión del referéndum de las urnas de cartón (de mucha menor entidad que el que ha tenido lugar el 1-O), y de que el TSJ de Cataluña ha incoado un procedimiento contra Puigdemont y otros dirigentes de la Generalidad por prevaricación, desobediencia y malversación, afirman, no obstante, que no están cometiendo delito alguno. Pero para constatar que los están cometiendo ni siquiera hace falta haber estudiado Derecho. Porque no acatar una resolución del TC, prohibiendo un referéndum, es algo que recibe el nombre de desobediencia; como recibe el nombre de malversación de fondos públicos, destinar éstos para sufragar los gastos de un referéndum ilegal; y el de prevaricación, es decir: el de dictar una resolución arbitraria, convocar una consulta que el TC ha declarado inconstitucional. Junqueras y Romeva, entre otros, para justificar que no han vulnerado la ley penal, acuden al supuesto argumento de que, en 2005, fue suprimido el art. 506 bis del Código Penal (CP), que castigaba con prisión de tres a cinco años al que convocare, careciendo manifiestamente de competencia, una consulta popular por vía de referéndum; pero, independientemente de que la derogación de ese artículo dejaría intacta su responsabilidad por los otros dos delitos de desobediencia y malversación, hay que decir -y para esto hay que saber algo, aunque no mucho, de Derecho- que lo que el art. 506 bis hizo fue crear una forma especial y agravada -pena de prisión en lugar de sólo inhabilitación- de prevaricación frente a la prevaricación común del art. 404 CP, por lo que, al derogarse el art. 506 bis, reaparece como aplicable ese art. 404 para quien, con manifiesta incompetencia, convocare un referéndum. Cuando los dirigentes nacionalistas que han incurrido en todos esos delitos oponen que su persecución penal, y, en su caso, posterior condena, suponen "judicializar" la política y que todo ello no puede sino calificarse de una "represión injustificada", están dando a entender que, al contrario de lo que sucede con el resto de los españoles, cuando ellos cometen delitos la justicia penal debe permanecer inactiva y que no se puede acudir a la coerción para obligarles a que cesen en su actividad delictiva.
Al aprobar los catalanes la CE, en el referéndum de 8 de diciembre de 1978, con un porcentaje de, nada menos, que el 90.46% de votos "sí" sobre una participación de, nada menos también, que el 67.9% del censo electoral de Cataluña, aprobaron también, con ello, el art. 168 CE, que prevé un largo procedimiento para la reforma de su art. 2º, que se inicia con la aprobación de dicha reforma por mayoría de dos tercios del Congreso de los Diputados y del Senado, de la misma manera que, para la reforma del vigente Estatuto de Autonomía de Cataluña, aprobado igualmente por sus ciudadanos, los arts. 222 y 223 exigen que ese procedimiento se inicie con la aprobación de la reforma en cuestión con el voto favorable de las dos terceras parte de los miembros del Parlament. No obstante lo cual, con la aprobación de la Ley del Referéndum de Autodeterminación y la de Transitoriedad, los independentistas del Parlament, únicamente por mayoría absoluta, y prescindiendo, además, de todos los trámites posteriores establecidos en el art. 168 CE y 222 y 223 del Estatut, por sí y ante sí, han resuelto derogar ambos textos legales, poniéndose por montera, con ello, el Imperio de la Ley (o la rule of law, como se le denomina en los países anglosajones), que es lo que constituye la esencia del Estado de Derecho.
Cuando se les hace ver a los independentistas que, de acuerdo con el Tratado de la Unión Europea, y como se han hartado de señalar los máximos dirigentes e instituciones de la Unión, la independencia de Cataluña supondría su salida inmediata de la Unión, para convertirse en un Tercer Estado, esos nacionalistas se limitan a decir que eso es imposible, porque ¿cómo podría prescindir la Unión Europea de un país tan maravilloso -de la "Dinamarca del Mediterráneo"- como lo es Cataluña? Cierto también que, con la independencia, Cataluña quedaría fuera de la ONU y que, para ingresar, necesitaría la unanimidad del Consejo de Seguridad y la mayoría de dos tercios de la Asamblea General; pero esto tampoco preocupa a los independentistas, porque, acudiendo nuevamente al mantra del "maravilloso país", ¿en qué cabeza cabe que Cataluña no pudiera pasar a formar parte con carácter inmediato de la ONU?
Los nacionalistas catalanes parten también de que su moneda seguiría siendo el euro con todas las ventajas que ello conlleva, pero parecen desconocer que, al dejar de ser Estado Miembro, carecerían de los instrumentos de liquidez y financiación del Banco Central Europeo.
La Ley de Transitoriedad establece que los ciudadanos de la nueva República catalana, a pesar de ostentar la nacionalidad catalana, podrían mantener también, si ese era su deseo, la española, algo que obviamente no dependería de esa República, sino de España, que es la competente para determinar si, con la adquisición de la nacionalidad catalana, se pierde o no la española. Por otra parte, al convertirse en el equipo de un país extranjero, el Barça ya no podría seguir jugando en la liga española, algo que tampoco parece preocupar a los independentistas catalanes, porque, según ellos, va de suyo que la española Liga de Fútbol Profesional estaría encantada de poder seguir contando con el equipo culé.
Y he llegado al final. La omnipotencia narcisista de los independentistas catalanes no sólo se pone de manifiesto en que se han inventado un inexistente "derecho a decidir" sin respaldo en norma alguna del Derecho nacional o internacional, en que -atribuyéndose la condición de juez y parte- interpretan el CP al margen, no ya de la lógica jurídica, sino de la lógica más elemental, en que se creen que se pueden cometer delitos impunemente y en que, cuando los tribunales les persiguen y les condenan, protestan airados porque eso no es más que pura"represión" y "judicialización" de la política, y en que pueden derogar Constituciones y Estatutos prescindiendo de cualquier procedimiento reconocido en los Estados de Derecho. Esa omnipotencia se manifiesta también en que se atribuyen derechos y privilegios que no dependen de ellos, sino de otras instituciones: se han creído que son, al mismo tiempo, la Unión Europea, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, el legislador español cuando regula materias de nacionalidad, el Banco Central Europeo y la Liga de Fútbol Profesional. Aun partiendo de su omnipotencia narcisista, la verdad es quelos independentistas catalanes se han pasado algún pueblo.
Enrique Gimbernat es catedrático de Derecho penal de la UCM y miembro del Consejo Editorial de EL MUNDO. Su último libro, El comportamiento alternativo conforme a Derecho (BdeF, 2017), contiene también una Autosemblanza del autor.

Alzheimer Diagnosticar y prevenir

1 : Perte de mémoire affectant la vie quotidienne
C’est effectivement la première chose à laquelle on pense lorsque l’on évoque la maladie d’Alzheimer. Nous parlons d’ici de la perte de la mémoire à court terme, c’est à dire plus particulièrement les informations qui viennent d’être apprises.
Exemple : la personne ne se souvient plus de ce que vous lui avez dit 5 minutes après, ou la personne ne sait plus si vous êtes passé la voir, et ce systématiquement.
Signe lié à l’âge : oublier quelques rendez-vous ou tâches, mais s’en souvenir plus tard.

 2 : Sauts d’humeur et changement de personnalité

L’humeur d’une personne atteinte d’Alzheimer peut être très changeante. L’humeur égale peut faire place à la suspicion, l’agressivité, la panique ou tout simplement la dépression et cela, sans raison particulière. Ils peuvent se mettre très vite en colère, que ce soit avec des amis, des proches ou tout simplement des inconnus.
Exemple : la personne se met subitement en colère contre vous, de la même manière que contre un inconnu dans un lieu public, sans aucune retenue et sans aucune raison apparente.
Signe lié à l’âge : devenir irritable subitement à cause d’un imprévu dans sa façon habituelle de faire les choses.

 3 : Difficultés à planifier ou résoudre les problèmes simples


Les personnes peuvent avoir du mal à résoudre les problèmes simples de calcul ou tout simplement les tâches nécessitant de l’attention. Leur capacité à  résoudre les problèmes prend beaucoup plus de temps qu’habituellement. Il s’agit d’un trouble affectant la mémoire procédurale.
Exemple : avoir du mal à suivre une recette de cuisine que la personne a pourtant l’habitude de faire, avoir du mal à payer les factures, avoir du mal à suivre une séquence simple de tâches dans un ordre précis.
Signe lié à l’âge : Oublier parfois un ingrédient ou une étape dans les exemples ci-dessus

 4 : mises à l’écart des passions et de la vie sociale

Parfois, les personnes atteintes d’Alzheimer se retirent peu à peu de toute vie sociale et de toutes les passions qui avant étaient les leurs. Sont concernés également les projets à long terme, les activités créatives comme le bricolage.
Exemple : difficultés à suivre son équipe de foot préférée, ne plus aller au jardin alors que c’était une passion avant.
Signe lié à l’âge : Se sentir parfois fatigué des obligations sociales et notamment des réunions de famille.

 5 : Difficultés à exécuter les tâches de la vie quotidienne

Il devient difficile pour une personne atteinte d’Alzheimer d’exécuter les tâches courantes. Parfois il devient difficile pour la personne de se rappeler comment se rendre à tel endroit familier.
Exemple : se rappeler les règles d’un jeu simple (trivial Pursuit ou Monopoly), gérer les pièces de son porte monnaie.
Signe lié à l’âge : avoir besoin de la notice pour utiliser le four ou certains éléments de la voiture
 6 : Jugement altéré et incohérent
Les personnes atteintes d’Alzheimer peuvent avoir du mal à continuer à prendre soin d’elle et à prendre des décisions apparemment incohérentes ou irresponsables qu’ils n’auraient pas prises avant.
Exemple : Dépenser des sommes indécentes pour l’achat d’encyclopédie ou laisser des pourboires trop généreux aux services rendus.
Signe lié à l’âge : Prendre une mauvaise décision…. occasionnellement

 7 : Mélanger les saisons et les lieux

Les personnes atteintes d’Alzheimer peuvent tout simplement oublier où elles sont et où elles habitent. Elles peuvent également perdre de vue la notion du temps qui passe et mélanger ainsi les saisons, même si les signes de l’environnement sont explicites
Exemple : La personne vous demande régulièrement si vous avez organisé votre repas de Noël alors que l’on est en mars et que les fleurs commencent à apparaître.
Signe lié à l’âge : Ne plus se souvenir du jour de la semaine, mais s’en rappeler plus tard.

  8 : Placer les objets aux mauvais endroits et être incapable de revenir en arrière

Parfois, les personnes atteintes d’Alzheimer se mettent à ranger les objets aux mauvais endroits. Fréquemment. Ils perdent souvent les choses et sont incapables de revenir sur leurs pas pour tenter de les retrouver sur la route. Parfois ils peuvent accuser les autres de les avoir volé.
Exemple : Perdre les clés dans la maison et ne pas être capable de les retrouver.
Signe lié à l’âge : Perdre parfois des objets sans importance comme la télécommande.

 9 : Problèmes nouveaux avec les mots parlés ou écrits

Les personnes malades ont du mal à suivre des conversations et à s’y joindre. Elles peuvent complètement perdre le fil en plein milieu de la conversation et se retrouver à répéter ce qu’elles viennent de dire. Elles peuvent également utiliser des mauvais mots dans leurs phrases.
Exemple :  appeler une montre un chat ou une horloge une tasse.
Signe lié à l’âge : Avoir du mal à trouver le bon mot.

 10 : Problèmes de vision et problèmes avec la mémoire spatiale

Pour certaines personnes atteintes d’Alzheimer, il devient tout d’un coup très difficile de lire, de distinguer les couleurs et évaluer les distances. Il devient également difficile d’évaluer les images du soi.
Exemple : une personne malade peut passer devant un miroir et penser qu’il y a quelqu’un d’autre dans la salle.
Signe lié à l’âge : diminution de la vue à cause des cataractes.

Il est important de bien faire la distinction entre les exemples qui sont vraiment tragiques et les signes liés à l’âge qui sont « normaux » compte tenu de l’évolution du cerveau.
Ces 10 signes peuvent survenir tous ou en partie. Les plus fréquents sont les deux premiers, mais la maladie affectant la mémoire dans son intégralité, l’évolution peut prendre du temps et les signes peuvent apparaître les uns après les autres.